lunes, 4 de noviembre de 2019

LA VIDA EN COMÚN


 Dirección y Guion: Ezequiel Yanco

Productores: Pablo Chernov, Ezequiel Yanco
Co-Productores: David Hurst, Ana Godoy, Juan Godoy
Dirección de fotografía: Joaquín Neira
Sonido: Mercedes Gaviria
Montaje: Ana Godoy
Montaje adicional: Florencia Gomez Garcia
Coordinación de Post-Producción: Juanse Alamos y Juan Godoy
Escritura de la voz en off: Agustín Godoy, Ana Godoy, Ezequiel Yanco
                                           Asistente de dirección: Ignacio Ceroi


Sinopsis
Un puma acecha Pueblo Nación Ranquel. Cazar es un rito de pasaje, y los chicos más grandes quieren matarlo. Pero Uriel decide tomar otro camino.    La vida en común se filmó en una comunidad indígena de San Luis. El estado provincial construyó veinticuatro carpas de cemento en medio del desierto. Un campamento moderno al que se mudaron los ranqueles de las ciudades vecinas. Es el origen de una comunidad, y de una escenografía que también es protagonista de la película.

Sobre el Director: Ezequiel Yanco 
Ezequiel Yanco (Buenos Aires, 1976) se graduó con diploma de honor en la carrera de Historia de la Universidad de Buenos Aires. También realizó la Maestría de Escritura Creativa en Español de la Universidad de Nueva York (2013-2015). Dió clases de cine e historia en la Universidad del Cine, escribió crítica cinematográfica, y compiló los textos de Harun Farocki en Desconfiar de las imágenes (Caja Negra Editora, 2013). 
En cine dirigió “Los días” (2012), su ópera prima, y el cortometraje “La piel” (2014). Ganó el concurso de cortometrajes Historias Breves del INCAA, el premio al mejor cortometraje del Fondo Nacional de las Artes y, con su ópera prima, el premio del público en la Mostra Internacional de Cine de San Pablo. “La vida en común” se estrenó en co-world premiere en la Competencia Argentina del BAFICI y en la Competencia Internacional de Visions du Réel (2019). También fue seleccionada en Sheffield Doc/Fest, Camden Film Festival, Biarritz América Latina, el Festival de Hamburgo y DocLisboa, entre otros.  Actualmente, desarrolla “Gloria de los bosques”, segunda parte de la trilogía sobre la Conquista del Desierto, iniciada con “La vida en común”. Isoi Cine es su compañía productora.   

Sobre “La vida en común”
La vida en común aborda la Conquista del Desierto, la expropiación de tierras y exterminio de la población indígena por parte del ejército nacional, a fines del siglo XIX.   Con la película me propuse unir mi formación como historiador con el cine, áreas que solían estar separadas. De ahí mi interés en filmar la actualidad de esos territorios y pobladores, que están cargados de historia. Filmar como forma de conocimiento, preguntándome cómo coexiste el pasado y el presente, las tradiciones ancestrales y la vida contemporánea. Explorar desde el cine las formas de vida híbrida, las nuevas experiencias contaminadas por la modernidad.    En Pueblo Nación Ranquel encontré un campamento indígena con veinticuatro carpas de cemento creado por el gobierno de San Luis en medio del desierto, al que se mudaron las familias ranqueles de las ciudades vecinas para iniciar un experimento de vida comunitaria. Una comunidad que construye su identidad en una escenografía que mezcla la arcaico con lo moderno: los caballos, las motos, la cumbia, Youtube, los celulares, y los ritos ancestrales. Nuevas experiencias indígenas y sus tensiones socio-politicas captadas desde la mirada de los niños y su pasaje a la adolescencia, que dejan fuera de campo la presencia de los adultos.  

 Mi opinión:

Este documental es impactante por la unión de historias, el paisaje y su rudeza, en contraste con la inocencia de los chicos, el despertar de estos varones despuntando la adolescencia que irrumpen en un escenario agreste, esa naturaleza que los hace parte desde sus raíces ranqueles a la vez que ellos la invitan a participar de sus costumbres adquiridas en la vida de los pueblos y ciudades cercanas. 
Es una historia de vida y raíces contada por chicos; por momentos en medio de un silencio que hace sentir la mas profunda soledad, y en otros momentos ellos rompen ese vacío con la cumbia que escuchan, a la vez esa cumbia en particular impresiona por ser un estilo determinado dentro de ese ritmo, es la cumbia de algunos carteles de la droga que ha ido corrompiendo nuestro tejido social. Me lleva a pensar en otro tipo de esclavitudes que estos pueblos, por carencias de derechos, como tantos otros grupos dentro de nuestro país o en otros sitios del mundo, han ido penetrando en forma silenciosa. Sera la música, las formas, las costumbres, las palabras, hasta que los tengan mas a mano para atraparlos como ellos creen atrapar al puma. El puma es fuerte, traicionero, siempre al asecho, tiene margen para resistir, les gana en costumbre territorial, pero los chicos quieren derrotarlo, convertirse en cazadores, aun los que querían otro destino quedan atrapados en la idea de serlo para obtener ese poder que puede ostentar allí entre los suyos.
Esas carpas de cemento que les proponen como vivienda son un elemento raro que tal vez tiene como finalidad ser armonioso con el paisaje.
Ellos están dispuestos a la experiencia, un poco resignados, un poco aventureros porque la edad los empuja a descubrir y descubrirse.
Esta larga investigación que hace Ezequiel Yanco, director de esta película, creo que supera en cantidad de material la intención primera de unir su raíz de historiador y realizador de cine, creo que da para desarrollar el tema de forma que al fraccionarlo se entienda la profundidad de la experiencia que significa la convivencia de las diferentes raíces; una historia de abusos que hay que redimir.

Mucha información, demasiada aridez, no deja claro adonde apunta aunque uno pueda inferir muchas cosas.
Solo para entendidos o investigadores del tema.




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