martes, 24 de septiembre de 2019

"AMANDA", un film de Makhael Hers – Francia 2018

Con Vincente Lacoste, Isaure Multrier, Stacy Martin


Es una historia de vida que llega muy profundamente pero sin golpes bajos. Contada en un tiempo perfectamente dosificado, con el equilibrio de imágenes, palabras, paisajes, nos lleva a sentir la vivencia de diferentes personas que enfrentan un atentado en medio de la normalidad de una ciudad cosmopolita y bella como Paris.

Un joven de 24 años vive su vida sencilla, sin compromisos; mantiene un buen vinculo con su hermana que es a su vez mamá soltera de una niña de 7 años. Hasta allí la vida se desarrolla normalmente. Pero ocurre algo que impacta en sus vidas y en la vida de muchas personas cercanas. El queda solo con su sobrina y allí debe decidir que rumbo tomar con su vida y la vida de su sobrina.

Muchos son los sentimientos que deja ver este film maravillosamente expresado por sus actores, en especial esta niña que dice todo con su actuación.

La vida nos pone a prueba todo el tiempo, decidimos y caminamos actuando este guion que traemos escrito al nacer.

Hermoso film, recomendamos!


Irene Acosta Alfonzo

lunes, 23 de septiembre de 2019

“Los Sonámbulos”, de Paula Hernández, estrenó mundialmente en el Festival Internacional de Cine de Toronto

Estuvieron presentes en el Festival su directora Paula Hernández, dos de sus protagonistas: Érica Rivas y Daniel Hendler; y junto a ellos el productor del film, Juan Pablo Miller.


La nueva película de la directora Paula Hernández tuvo su estreno mundial en la competencia PLATFORM del Festival Internacional de Cine de Toronto los pasados 6, 7 de septiembre.

PLATFORM es un premio anual de cine presentado por el Festival a películas de alto mérito artístico que también demuestran una fuerte visión de dirección.

Estuvieron presentes en el Festival, su directora Paula Hernández, dos de sus protagonistas: Érica Rivas y Daniel Hendler; y junto a ellos el productor del film, Juan Pablo Miller.

Además de Tarea Fina (Argentina), “Los sonámbulos” es Coproducción con Oriental Films (Uruguay). Cuenta también, con el apoyo del Programa Ibermedia, Visión Sud Est (Suiza) e INCAA, y está protagonizada por Érica Rivas, Luis Ziembrowski, Ornela D´Elia, Marilú Marini, Valeria Lois, Rafael Federman y Daniel Hendler.


Sinopsis

Una mujer, Luisa, y su hija de 14 años, sonámbula, en pleno despertar. Un matrimonio en los bordes de una crisis silenciada. Una familia ritualista y endogámica. Abuela, hermanos, primos. Verano, sudor, alcohol, tradiciones. Cuerpos desnudos, cuerpos que cambian y las miradas sobre esos nuevos cuerpos. Un festejo de fin de año en la casona histórica familiar, es la encerrona calurosa y necesaria, para que los sonámbulos despierten.

Elenco: Érica Rivas, Luis Ziembrowski, Ornela D´Elia, Marilu Marini, Valeria Lois, Rafael Federman y Daniel Hendler.

DDirectora: Paula Hernández.

 






AGRADECIMIENTOS: TP Agencia, por la información

"MAGALÍ", ópera prima de Juan Pablo Di Bitonto




Magalí regresa a su pueblo natal en el norte argentino del que se ha ido años atrás. Allí la esperan su hijo de 10 años y una comunidad en la que las viejas tradiciones aún tienen sentido. La amenaza de un puma mitológico la llevará a la realización de un ritual familiar para restablecer el orden en su tierra.






Elenco

Eva Bianco ( Magalí)
Cristian Nieva ( Felix)
Gustavo Contreras ( Vicente / Secretario)
Ariel Gaspar (Elio)



Sobre el Director

Juan Pablo Di Bitonto es Diseñador de   Imagen y Sonido  (UBA),  director, montajista y productor. Es socio fundador de Carbono Films, empresa de producción audiovisual que  realiza documentales, ficciones y piezas de comunicación para diferentes plataformas.
“Magalí” es su primer largometraje.




AGRADECIMIENTOS: Erica Denmon Comunicación, por la gacetilla.

“The Lover” (El Amante), de Harold Pinter, llega al Chacarerean Theatre.

Estreno: 19 de septiembre 


Impulsada por Malka Producciones, cada jueves de septiembre se podrá ver esta propuesta, una nueva versión en inglés -subtitulada-, con las actuaciones de Iván Espeche, Verónica Mertel y Kevin Zalcwas. Dirigida por Mariano Caligaris.

SINOPSIS

Escrita bellamente por Harold Pinter, esta es definitivamente una obra sexy. Richard y Sarah conforman una respetable y convencional pareja. Puertas adentro, sin embargo, disfrutan de un inusual e intrigante acuerdo. Además, ambos mantienen un diálogo muy abierto respecto de sus propias fantasías. En cuanto vamos conociendo más en detalle sus affairs, entendemos también el modo que encuentran para lidiar con estas tentaciones y defender su matrimonio.

Como en cada una de las obras de Pinter, en ésta de un acto hay risas, lágrimas y tensiones que se originan en las intrincadas reglas sociales de la vida moderna.

The Lover

Richard: Ivan Espeche
Sarah: Verónica Mertel
John: Kevin Zalcwas

Equipo Creativo

Director: Mariano Caligaris
Escenografía y Vestuario: Nora Churquina
Iluminación: Magalí Perel
Supervisores de Escenografía y Vestuario: Carlos Yona, Verónica Mertel
Asistencia Dirección: Soledad Galarce

Equipo de Producción

Producción General: Veronica Mertel
Productor Ejecutivo: Carlos Yona
Asistente de Producción: Kevin Zalcwas
Productores: Malka Producciones

Traducción al Español: Rafael Spregeldburg
Subtítulos: Felicitas Luna
Diseño: Clara Ezcurra, María Olascoaga
Prensa: Tommy Pashkus Agencia
Con total gratitud a Guido Adler, Claudio Alves, Susy Franco Bradley y Fernando Margenet.
Teatro: Chacarerean Teatre


AGRADECIMIENTOS: Agencia TP, por esta gacetilla.

El nuevo libro de Natalia Di Virgilio

Malevas, conquistadoras del Plata 



Cuenta la historia de amor entre Camelia y Damiano en un contexto histórico de especial sojuzgamiento de las mujeres; allí surgen las Malevas, estas "conquistadoras del Plata", al decir de la autora, que van empoderadas en lucha por sus derechos, sin violencia, con mucha valentía.

Un libro que salió con tanta magia a través del cual la autora no se cansa de agradecer pues ella nos cuenta:”se escribe en soledad pero luego me brota el agradecimiento al ver tantas mujeres que se toman su tiempo para compartir, leer, estar presentes.

La autora se enamoro de Alfonsina a primera vista por su fuerza y lo que quiso mostrar a través de esta historia de amor y pasión que protagonizan Camelia y Damiano; como en cada novela suya hay un gran trabajo de investigación que dio a luz una lucha antigua y tan actual, un camino que va mas allá del feminismo, va a lo hondo de los valores sociales y los derechos de todos los seres humanos por igual.

Nuestra DiViNa nos mostró su identidad al invitarnos a entrar en este camino hacia la historia. "Malevas" habla de las que estuvieron, las que estamos y de las que van a estar. En medio de este descubrimiento de nuestro poder, ella misma surge con su propia identidad y se puede parar para presentarse a sí misma como una de esas mujeres de ayer, hoy y mañana.

Es importante saber de dónde venimos, nos dice la autora, esas malevas toman la posta y nos muestran hacia donde debemos ir, son Malevas no por la connotación de violencia sino por el poder que descubrieron en su interior y esgrimen como un arma de paz en la lucha por conquistar su lugar.

La investigación de Natalia Di Virgilio sobre la época nos lleva a tres mujeres americanas de enorme fortaleza en la lucha por encontrar su lugar en las letras, en la sociedad, en un estilo de vida diferente a lo conocido. 

Alfonsina Storni en Argentina marca un camino fundacional para las que vendrán luego, pues ella se sienta a la mesa de los escritores varones y se gana un lugar propio de respeto. Su lucha por los derechos de la mujer la convierte en una feminista de la primera hora cuando el tema no estaba instalado en la sociedad, ella toma la bandera del sufragio femenino y otros derechos que las mujeres ni pensaban en reclamar.

En paralelo hubo dos mujeres americanas que estaban en esa misma sintonía: Gabriela Mistral en Chile y Juana de Ibarbourou en Uruguay.

Alfonsina se suicida no solo por amor sino por un dolor que ella no pudo manejar, pero eso no fue en demerito de su obra; madre soltera abrumada por una enfermedad agobiante elige un camino que la dejaría envuelta en un misterio de amor.

La autora de Malevas, Natalia Di Virgilio, maneja muy bien el equilibrio entre el empoderamiento de la mujer y la figura del varón como compañero irremplazable de la mujer, en este sentido podemos entender de modo más sencillo el rol de cada uno en la vida, la pareja, el desarrollo de las ideas en la vida cotidiana.

La lucha de las mujeres por sus derechos, su espacio y su lugar de acción, es siempre ardua; pero aun así queda claro en esta novela el poderoso lugar que tiene el amor entre el hombre y la mujer, la forma en que potencia cualquier virtud que uno de los integrantes de la pareja pueda llevar adelante. Al decir de la autora, las mujeres fueron mucho más duras a la hora de emitir juicios sobre el rol de la mujer, tal vez habrá combatido mas Alfonsina contra las propias mujeres…los prejuicios marcan las épocas y en ese tiempo la mujer estaba instalada en sus tareas domesticas, pesadas, limitantes de su libertad, sufrían esclavitud económica y carecían de todo derecho.

Ayer, hoy y mañana se ven reflejados en los rostros de todas nosotras, mujeres sensibles que nos reunimos en torno de una que habla por todas, le pone voz a muchos sentimientos guardados por nuestras ancestras y por nosotras mismas.

jueves, 19 de septiembre de 2019

Chiquino Babylon y Matias Figueroa, músicos de alma

“El calendario Babylon tiene otra dimensión del tiempo”


Chiquino Babylon cruzó un portal en el tiempo y lo dejamos de ver pero lo extrañábamos. Este personaje que realiza Pablo Loreiro nos invita a recorrer esas esferas del espacio y el tiempo en donde los sueños se pueden cumplir de múltiples formas.

El comienzo de Chiquino Babylon fue en una banda mas grande, con varios músicos; aunque en esta etapa, por necesidad de cambiar la dinámica, se conforma con la percusión de Matías Figueroa y el maestro Leandro Polisano en guitarra.

"El Reino del Mate" es un trabajo que quedó como testimonio de aquella primera etapa, y ahora, en "La Siesta Sagrada", avanza esta presencia Babylon pura.

Matias Figueroa, en la percusión, capta a la perfección lo que el cantante expresa. El nos habló sobre este formato que ellos están diseñando, que les da esa posibilidad de tener una "cercanía cálida" con el público. Aquí y ahora, la propuesta es hacer acústicos en lugares que propongan mas intimidad en el contacto directo con la gente para el público se vea privilegiado en este vínculo profundo.

En esta 'entrevista visita', con enorme generosidad, nos regalaron muchos temas en vivo y otros grabados que presentamos en los cortes; cada uno de ellos nos contagió de alegría, a la vez que nos invitó a reflexionar.

Hay música, efectos y composición de letras que expresan diversas cosas. Pablo Loreiro nos contó que, en su experiencia como músico y compositor, le costó mas la emoción que la parte rítmica y puramente musical.

“La música tiene vibración para todos por eso no juzgo a ningún género, siempre que el mensaje que transmitan sea positivo”, dijo Pablo Loreiro en su definición sobre su sentimiento en relación con la música.

Chiquino Babylon tuvo varias encarnaciones; ahora vino como un maestro de kung fu y se expresa a través de la música. El personaje se compone con un look especial, que implica una casaca de seda cien por ciento Bruce Lee, anteojos oscuros, y otros accesorios, según la descripción de su creador.

Respecto del "Reino del Mate", nos explicó que refiere al mate como infusión pero, también, al termino lunfardo de mente y de usar mucho la cabeza para distintos pensamientos. Nos dijo que el mate simboliza muchas cosas para el y por eso lo eligió como signo para ese trabajo.

Su proyecto es amplio: los acústicos íntimos para bares, los shows para eventos a toda alegría y fiesta y la creación permanente de temas que no solo divierten o emocionan, sino que expresan lo que todos vivimos y queremos escuchar.

En Octubre ya salen a pleno para tocar en Palermo y otros lugares de la ciudad!

Gracias Chiquino Babylon, Matias Figueroa y toda su música!




PosiblDay: la Era del Triple Impacto, en el Centro Cultural de la Ciencia

El 5 de Septiembre de 2019 vivimos una jornada maravillosa en donde compartimos los principales tips que debemos adoptar para generar un cambio de conciencia hacia una vida saludable en un contexto esperanzador.

El planeta clama por renovar la vida; eso lo vemos a cada momento en todo lo que nos rodea. Por eso se impone un cambio que, de todos modos, ocurre y es bueno que lo generemos desde nuestros emprendimientos, desde nuestra propia vida.

“Impulsar la Agenda 2030 y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible”: Esta fue la propuesta y los oradores nos transmitieron muchas ideas!

Mujeres con Triple Impacto

Ellas nos hablaron de varios temas. Por un lado, la campaña para crear conciencia sobre el cáncer de mama que cada año desarrolla AVON; otra de las speakers nos habló de feminismo desde una acción concreta que convoca a las mujeres a conocer sus derechos y generar nuevos espacios.

La Dra. Alejandra Martínez, de la Fundación Microjusticia Argentina, mencionó las pequeñas /grandes ayudas legales, que ayudan a obtener documentos a muchas personas que, por marginalidad o exclusión social, no los tienen y se ven así al margen de toda posibilidad de inserción social.

También nos contaron su experiencia los creativos de Not Co, una empresa de alimentos que nació en Chile con el objetivo de encontrar una forma de alimentación saludable sin atentar contra la naturaleza; así encontraron un algoritmo con las similitudes de sabores y nutrientes entre vegetales y productos animales. Crearon mayonesa, leche, y otros productos con sabores iguales pero sin animales, utilizando vegetales que están disponibles en el planeta.

Liz Solari nos habló de su cambio personal de vida a través de la alimentación y la meditación. Guiada por su maestra gurú Cher Chevallier, la modelo argentina escribió un libro con su experiencia; da charlas y conferencias para ayudar a otros a generar sus propios cambios.

Una jornada más que interesante que nos hizo reflexionar. Saber que podemos cambiar de hábitos en alimentación y cuidado del cuerpo, la mente, las emociones, el espíritu. Entender que, a partir de ese cambio, podemos emprender una forma colectiva de vida saludable que nos cuide a todos. Creer que somos co-creadores en nuevas tendencias y espacios de ayuda social sustentable y efectiva.

Gracias PosiblDay!

martes, 10 de septiembre de 2019

"Paternal; del barrio a los Rollos del Mar Muerto."

Un film producido y dirigido por Eduardo Yedlin

Así resume el mismo su obra:

“Hace años leí una nota sobre un célebre antropólogo argentino. Hebreo y de La Paternal, de humilde origen y singular tesón, tras enorme esfuerzo había llegado a un lugar en su profesión que lo hacía único.

Era el guardián de un tesoro de la Humanidad. Imaginé un iluminado. El Doctor Roitman: el argentino que custodia los rollos del Mar Muerto (escritos de dos mil años de antigüedad,  con una vigencia furiosa) añora estas calles, ese estadio en el que se deslumbró viendo jugar a su Dios del futbol. 

Le escribí y conté mi idea de hacer una película sobre su vida, “descubrir” el ser humano que hay detrás del académico. El fue Rabino para conocer mejor los escritos sagrados; estudió griego y latín para leer de las fuentes a los pensadores. Es un distinguido especialista de un momento mágico de la historia: el apogeo del Judaísmo y el nacimiento del Cristianismo. El Universo que gira a su alrededor es infinito: el Bien y el Mal, la Luz y las Tinieblas. De pronto se entusiasma y fundamenta -con autoridad- que los ídolos de los estadios y las pantallas globales son los dioses modernos. Me gusta, nos entendemos… Mi vínculo con la religión es bastante crítico; cito a Cortázar que decía que el único lugar donde imagina a Dios es en la Tierra. Admiro su energía, el confía en la mía. Sueño con el documental, lo siento y lo empiezo a pensar.

Paternal no solo es el barrio de la Ciudad de Buenos Aires donde Roitman nació, fue a la Escuela pública y vio jugar a Maradona en el estadio que hoy lleva su nombre. Paternal es además aquello que nace de nuestros padres.”  Eduardo Yedlin

Eduardo Yedlin nació en Buenos Aires el 28 de Febrero de 1960, realizó estudios terciarios de Fotografía y Cine en Haifa, Israel. Fue Docente en la Universidad de Buenos Aires y en la Universidad del Cine.

Desde 1983 se dedica a la Industria Audiovisual, primero como camarógrafo y editor; y luego, realizando y produciendo documentales.


Hay puntos de contactos sutiles entre estos dos hombres que se elijen para contar una historia que nos lleva a viajar en el tiempo como en un túnel místico que por momentos toca la tierra y nos vuelve al presente, solo para avisarnos que ese pasado late todo el tiempo en cada piedra que existe, aquí en Albardón, San Juan, Argentina, en Paternal, Buenos Aires, o en Israel, en la zona del Mar Muerto, todo está conectado a través del tiempo y del espacio.

Y ahí nos lleva este film, es un viaje que nos muestra la historia de un hombre que siente que vive el guion que otros escribieron para él, y lo vive con una sonrisa, con plenitud, un hombre que custodia el tesoro más grande que tiene la humanidad, las escrituras reveladas que contienen el misterio mismo de la divinidad y el hombre. 

Ateos y creyentes se mezclan en esta película porque en definitiva queda claro que creer o no es solo una decisión, lo trascendente esta todo el tiempo a la vista revelado en las cosas cotidianas, sencillas que solo un corazón humilde puede ver, tal vez porque el conocimiento no le arrebato la inocencia del corazón de niño que aun gusta del futbol y admira a sus ídolos con verdadera alegría.


AGRADECIMIENTOS: Erica Denmon, prensa y comunicación, por las palabras dichas por Eduardo Yedlin, información sobre el director y las fotos.



Nota a Eduardo Yedlin y Presentación de la Película en el Cine Gaumont
Canal de Youtube - Radio Emociones




Acerca de “Varda por Agnès”, de Agnès Varda.

Agnès Varda -la cual fue seleccionada para la apertura del Festival- "Varda por Agnès", obra póstuma de la directora. Un documental que da luz sobre su experiencia como directora, brindando una visión personal de lo que ella llama "escritura de cine", viajando desde la Rue Daguerre de París a Los Ángeles y Pekín.

La sabiduría. 
Por Paulo Pécora.



Agnès habla de Varda. Y lo hace cariñosamente, sin tapujos, con autocrítica y profunda humildad. En su última película, la célebre cineasta franco-belga –que falleció en marzo a los 90 años- se acomoda en su pequeña silla plegable frente al espejo de su pasado, se observa detenidamente y reflexiona sobre su obra, compartiendo sabiduría, serenidad y experiencia, identificando aciertos y errores de su trabajo, y ofreciendo una mirada retrospectiva de sus afectos: la fotografía, el cine y las artes visuales; Jacques Demy, la gente común y su gata Zgougou. “Varda por Agnès” es el autorretrato de una mujer modesta y talentosa, admirable, que nunca perdió su vitalidad, su inocencia ni, mucho menos, una actitud lúdica hacia la vida. Exhibir su “canto de cisne” como film de apertura de esta séptima edición es el modo que el Festival Internacional de Cine Documental de Buenos Aires (FIDBA) eligió para homenajearla. 

Alejada de todo narcisismo, la “abuela” de la Nouvelle Vague –que presentó su documental en el Festival de Berlín poco antes de morir- ofrece una clase magistral sobre el cine y su forma personal de abordarlo, en la que identifica los tres pilares de su éxito: la inspiración, la creación y la necesidad de compartir el resultado de su trabajo. Su ideal era llegar a los espectadores y entablar con ellos un diálogo. El cine tal vez haya sido esencialmente eso para ella: una forma creativa de saciar su curiosidad sobre los otros, de acercarse a ellos de igual a igual, para observarlos y escucharlos con empatía, pero esencialmente para valorarlos e intentar comprenderlos en su complejidad.

Agnés comparte el legado de Varda uniendo segmentos de distintas conferencias y charlas a las que fue invitada en los años previos, un recurso que le permite trazar con comodidad un hilo conductor –que nunca es lineal ni cronológico- sobre su vida personal y su obra artística. Son conversaciones amenas, alejadas de toda solemnidad, en las que deja en evidencia la importancia que su trabajo, su pensamiento y sus conocimientos tuvieron –y tienen- para un gran número de amantes del cine en el mundo. Agnès también habla de sus preocupaciones políticas, del feminismo, del aborto, del cuidado ambiental, del miedo a la muerte y de la amistad. Y deja en claro que, mediante el uso de la ficción o el documental, o desdibujando los límites entre ambas cosas, Varda demostró siempre en su trabajo una auténtica preocupación por los seres humanos. "El documental te pone al servicio de los demás. El cineasta se convierte así en un intermediario entre los personajes y el público", explicó en una de sus últimas entrevistas.

Inspiración. A pesar de haber ganado el Oscar a la trayectoria en 2017 (el mismo año en que compitió por la estatuilla dorada al mejor documental con “Visages Villages”), Varda estaba últimamente más abocada a las artes visuales y a generar video-instalaciones y muestras en museos, algo que según ella le daba más libertad, la posibilidad de trabajar con nuevos soportes y la oportunidad de mostrar sus obras a un público nuevo. "Mi carrera se divide en dos partes: la del siglo XX y la del XXI. En la primera soy más bien cineasta, en la segunda, artista", declaró.

Nacida en Bruselas en 1928, con el nombre de Arlette Varda, Agnès estudió Historia del Arte en la École du Louvre y empezó a trabajar como fotógrafa en el Théâtre National Populaire de París, antes de convertirse en directora y filmar en 1955 su primer largometraje, “La Pointe-Courte”, de una manera totalmente autogestiva. Siete años más tarde se casó con el cineasta Jacques Demy, a quien acompañó hasta su muerte, en 1990. Podría decirse que su compañero fue durante largo tiempo una de sus principales fuentes de inspiración, ya que realizó tres películas como una manera tierna de rendirle homenaje: “Jacquot de Nantes” (1991), donde ilustraba los recuerdos infantiles de Demy, “Les demoiselles ont eu 25 ans” (1993) y “El universo de Jacques Demy” (1995).

Para Varda era vital respetar los tiempos inciertos que cada nueva búsqueda de creatividad le demandara. Para encontrarla, pasaba largos períodos de ocio en pueblos o ciudades costeras, siempre cerca del mar. Las playas estaban próximas a ella casi todo el tiempo e incluso, cuando no las tenía cerca, como en algunas escenas de “Las playas de Agnès” (2008), no dudó en recrearlas en la vereda de su casa. Lo que la atraía de ellas era la soledad, las grandes extensiones de arena, el color del agua y el sonido continuo de las olas rompiendo y diluyéndose sobre la costa. Con la intención de hallar alguna idea, sonido o imagen inspiradora, solía entregarse a la contemplación de la naturaleza y dejaba que su mente se perdiera durante un tiempo en el paisaje majestuoso del mar y el cielo fundiéndose en el horizonte. Curiosamente, otra de sus fuentes de inspiración fueron las papas. Y especialmente las papas en forma de corazón. Los tubérculos estuvieron presentes en sus documentales “Los espigadores y la espigadora” (2000) y “Dos años después” (2002), pero también fueron el punto de partida de su carrera como artista visual, que se inició en 2003 cuando montó un curioso dispositivo audiovisual -con papas brotadas como protagonistas- en la Bienal de Venecia.

“Mi dios es el azar. Cada vez que comienzo una película, me digo: mi primer asistente es el azar. (…) Las casualidades, las que llegan de verdad, yo las atrapo y las incluyo en mis films”, declaró. Esa actitud elástica, ese poder de adaptación y flexibilidad frente a las circunstancias, también es una forma de dejarse inspirar por lo inesperado y fue clave seguramente en la construcción de la autonomía financiera y la independencia estética que caracterizó toda su obra. Una libertad que estaba por encima, incluso, de los resultados de sus películas en la taquilla. 

Creación. Dos palabras pueden ayudar a entender mejor la obra de Agnès Varda: realidad y representación. Ya desde sus inicios como fotógrafa, la cineasta elaboraba composiciones elegantes y pictóricas para registrar la vida cotidiana de gente común. Ahí están también sus retratos de famosos como Salvador Dalí, Federico Fellini o Fidel Castro, pero sobresalen sus encuadres, sus juegos de luz, sombra y geometrías para abordar el día a día de obreros, campesinos y pescadores. Tanto en sus fotos como en sus documentales, la realidad está siempre mediada por un punto de vista personal, un enfoque, una idea clara de luz y puesta en escena. Y cuando se trata de ficciones, la representación está fundada en situaciones de lo real, en historias de vida que tranquilamente podrían ser las de los vecinos de la cuadra de su casa. Sin ir más lejos, en “Daguerreotypes” (1976) retrató a los comerciantes, vecinos y trabajadores de la calle Daguerre, en París, la misma donde ella residía. Un documental donde demostraba que “nada es banal si lo filmás con amor y empatía”. Y donde establecía un vínculo respetuoso, de igual a igual, con esa “mayoría silenciosa” compuesta por personas anónimas a las que consideraba “el corazón” de su trabajo. 

Si su lugar de reflexión e inspiración por excelencia era la playa, el espacio que Varda transitaba para la creación estaba delimitado por ese interés genuino que sentía por los otros, por su forma de vida, sus costumbres y ocupaciones. En ese terreno de afecto y curiosidad Varda desarrollaba su escritura cinematográfica, lo que ella gustaba llamar “cinecriture”, que no es otra cosa que el proceso mismo de la creación, o el momento en el cual se despliegan las estrategias y acciones que hacen posible la realización de una película, incluyendo el proceso de construcción de sentido que es el montaje. Eso que muchos otros cineastas llaman estilo, en el caso de Varda se relacionaba con un punto de vista claro sobre lo que se proponía filmar. Fueran del orden que fueran, organizaba sus obras con el dispositivo general de un documental, pero mostrando la realidad no de manera cruda ni totalmente despojada de artificios, sino mediada por una reflexión estética previa. En ese sentido, Varda decía que “con los documentales se aprende mucho y se conoce a gente interesante, a veces incluso inolvidable. Lo llaman ‘el cine de lo real’, pero a mi lo que me gusta es ver en lo real lo que no es real. Es decir, dentro de lo real, sacar sorpresas, atrapar la belleza inesperada, el milagro casi de lo real”.

En “La Pointe-Courte” (1955), su opera prima, Varda desplegó una puesta en escena refinada, a lo Alain Resnais (que fue su montajista), para describir el trance de una pareja en vías de disolución, pero combinándola con secuencias de corte neorrealista de la vida en el barrio de pescadores que los personajes transitaban. Así empezó a delinear algunas constantes de su propia escritura cinematográfica, mezcla de representación ficcional y registro directo de la realidad. En “La felicidad” (1964), una película surgida de la música de Mozart y “la melancolía del impresionismo”, abordó el drama de un hombre que tiene la felicidad al alcance de su mano, pero la desperdicia. Aquí la representación es atravesada por la realidad, ya que Varda convenció a Jean-Claude Drouot, el protagonista, para que su pareja y sus hijos en la ficción fueran nada menos que su esposa y sus hijos en la vida real. Su propia familia es así testigo de la debacle emocional de su personaje, de la espiral descendente y trágica en la que se enreda. 

Compartir. En esta especie de autorretrato que es “Varda por Agnès”, donde realiza un recorrido en primera persona por su filmografía, sin orden cronológico, siguiendo libremente la deriva de sus recuerdos, la cineasta comparte anécdotas, vivencias, sus ideas sobre el cine, la música y el arte y, sobre todo, ofrece algunas claves de su método de trabajo, develando el “detrás de escena” de cada una de sus creaciones. Desde los motivos estéticos del uso del travelling lateral en casi todas las escenas y la forma particular de componer a la vagabunda que interpreta Sandrine Bonnaire en “Sin techo ni ley” (1985), hasta el uso refinado y reflexivo del color en “La felicidad”, con tonalidades diversas en diferentes secuencias y fundidos a rojo, blanco o azul según la evolución del ánimo del protagonista. Otro de sus recursos frecuentes es la repetición de ciertas acciones en el montaje, como una forma de generar extrañeza y subrayar una emoción profunda en sus personajes o la falta de claridad en la percepción de su entorno. 

En “Los espigadores y la espigadora”, Varda aprovechó las posibilidades que la aparición de las cámaras digitales le daban para trabajar de un modo más íntimo y personal. Por su pequeñez y portabilidad, esta nueva tecnología le permitía acercarse más directa y fácilmente a sus personajes en soledad y con total ligereza, sin el peso de un aparataje y un equipo de asistentes detrás, algo que hubiera generado distancia y desconfianza entre los recolectores rurales y urbanos que eligió retratar. Mientras registraba el trabajo en el campo de uno de ellos, Varda encontró un tubérculo con forma de corazón. Ese fue el punto de partida para la realización de su primera obra como artista audiovisual, una curiosa instalación de papas que llevaba el título “Patatutopía”.

Lo autorreferencial acompañó a Varda en varias de sus obras. Su interés por presentarse como directora detrás y delante cámara está presente, por ejemplo, en su corto “Uncle Yanco” (1967), donde recrea lúdicamente el feliz encuentro con un tío lejano, y en “Jane B. par Agnès V.” (1988), un retrato de su amiga actriz Jane Birkin, donde en una escena elije verse reflejada en un espejo junto a la cámara, el fotógrafo y otros asistentes. En “Las playas de Agnès” y en “Visages Villages” aparece directamente como protagonista, reflexionando en primera persona sobre su trabajo y fuentes de inspiración, rindiendo homenaje a sus vecinos y colaboradores, poniendo el foco tanto en la vida cotidiana de los demás como en la suya propia. En todos esos filmes, Varda buscaba compartir con el público la emoción que le producía el encuentro espontáneo y respetuoso con los otros, su amabilidad, su curiosidad, la sencillez y modestia de su carácter, su mirada puesta en lo aparentemente normal y anodino y su interés por señalar y reflexionar sobre ciertas problemáticas esenciales del ser humano. “La gente común es el corazón de mi trabajo. Los otros me motivan, me desconciertan, me fascinan, me generan curiosidad”, afirma en un tramo de “Varda por Agnès”. 

Como en sus charlas y conferencias, en su último film la directora comparte sin reparos su experiencia como artista, su método de trabajo, sin dejar de transmitir su interés por esa “mayoría silenciosa” conformada por trabajadores, obreros y campesinos, a quienes su cine busca sacar del anonimato. De manera sencilla y didáctica, Varda revela los secretos de su oficio, dejando en evidencia el dispositivo de representación cinematográfica, incluyendo el detrás de escena, las retomas de descarte, la presencia de la cámara y hasta la claqueta. Si parte de su estilo en sus películas y en su vida era compartir lo que hacía y sabía con los demás, “Varda por Agnès” podría considerarse entonces como uno de sus últimos actos de generosidad. 



AGRADECIMIENTOS: Erica Denmon, prensa y comunicación, por enviar la nota escrita por Paulo Pécora

miércoles, 4 de septiembre de 2019

“Tenemos que valorar y respetar el mensaje que tiene para dar cada uno.”

Leo Méndez nos visitó en Radio Emociones. 


“Me gustaría quedar en un puñado de canciones que el Universo o Dios, como cada uno lo llame, se va a encargar de enviarlo a quienes lo necesiten.” Así expresa sus sueños este músico y cantautor que hace lo que le apasiona; trabajando por una vida digna y dando a los otros, en la medida de lo posible, todo de sí.

Leo Méndez es un músico lleno de imágenes, muy observador de la sociedad; él como docente se nutre de la frescura de los niños haciendo su tarea con mucho amor. Respecto de esta tarea dice: “mi profesión me llena de alegría, quiero dar algo de lo mucho que recibo día a día.” Su meta es dejar una pequeña huella haciendo lo que más le gusta, que es la música.

Un ser que siente que debe ponerse en el lugar del otro porque sabe lo que cuesta llegar; alguien que hace empatía todo el tiempo con la vida misma y le importa que otros puedan desarrollarse sin desanimarse.

Nos habla de su tema, corte del nuevo disco, “No me creas”, que hace junto a Javier Calamaro. "'No me creas cuando digo que me rindo…' se puede aplicar en toda situación, y siempre vale la pena intentarlo", nos dice Leo.

Los amigos lo definen como “el nuevo poeta del rock nacional”. Se nutre de todas las imágenes, lecturas, música  variada, y todo lo que lo ayude a encontrar ese misterio del arte que el percibe.

De su vínculo con el público nos dice que se siente muy bien, muy conectado con lo que cada persona  siente. 

Nos adelanta sobre el próximo disco el tema que nombra a Van Gogh, el gran pintor que sufrió tanto en su vida y que fue valorado luego de su muerte.

Hablamos de su labor como docente;nos cuenta lo que expresan los chicos hoy a través de la música, como el Rap es la forma de decir lo que ocurre, lo que sienten. Respecto de los géneros musicales dice que todos los géneros son validos y es bueno integrarlos para que, al llegar a los distintos públicos, se reconozcan diciendo las mismas cosas de diferentes formas.

Nos cuenta sobre sus influencias: la radio con las palabras de Alejandro Dolina, las canciones y los mensajes que encierran, la familia, los amigos, el contacto con la realidad viviendo lo cotidiano.

 “Ella duerme”, un tema que nos regalo en vivo, impresiona profundamente por la  historia que narra; y “Pascua”, otro de los temas que escuchamos, es un homenaje a su perrita encontrada en la calle.

Un ser imperdible, un músico lleno de cosas para transmitirnos y vivencias que nos identifican.

El audio se puede escuchar en Mixcloud en este enlaceRadio Emociones - Entrevista con Leo Mendéz